El frío, el viento y la calefacción son algunos factores que pueden deteriorar la fibra capilar externa (cutícula), alterar el correcto funcionamiento del cuero cabelludo (lo que a su vez puede favorecer la caída) y estropear su aspecto en general (1). Por eso, es importante conocer cómo impacta el frío en el pelo y el cuero cabelludo para saber qué podemos hacer para mantenerlo saludable.
La exposición a bajas temperaturas produce una menor dilatación de los vasos sanguíneos del cuero cabelludo, que son los que transportan los nutrientes necesarios para mantener el cabello en buenas condiciones y aseguran que los nuevos cabellos crezcan fuertes. Esto favorece que el cabello se reseque y aumenta el riesgo de que aparezca enrojecimiento y descamación en el cuero cabelludo (1).
Por otra parte, la calefacción afecta al cabello ya que hace que la fibra se vuelva más porosa dando lugar a un pelo áspero al tacto y sin brillo. Los cambios bruscos de temperatura que sufrimos al pasar del frío exterior a los ambientes más cálidos por el uso de la calefacción también impactan directamente en la humedad del cabello y es uno de los principales responsables de la sequedad capilar (1).
Todas estas razones hacen necesario tomar cartas en el asunto y prevenir que la melena sufra el frío, de manera que no se arruine y llegue al verano cuidada y saludable.
Cómo proteger el cabello del frío
Cada cabello es diferente y todos deben tratarse de forma adecuada, pero aquellos que son finos y se encuentran dañados necesitan una atención extra. El uso excesivo de tratamientos químicos, los hábitos de higiene y la exposición ambiental, producen cambios en la textura del cabello e incluso pueden llegar a provocar la rotura de la fibra capilar (2). No obstante, hay una serie de recomendaciones que nos ayudarán a cuidar del cabello sobre todo en estos meses fríos.
- Hidratarse: la hidratación del cabello es muy importante, incluso más en los meses con bajas temperaturas, para conseguir que tanto la cutícula como el interior de la fibra capilar estén lo suficientemente nutridos y fuertes. Por tanto, elige productos de cuidado que incluyan un mayor número de ingredientes humectantes y nutritivos para el cabello (1).
- Cepillarse el cabello: ve con calma. Como el cabello suele estar más seco de lo normal y, por tanto, más frágil en invierno. Esto puede empeorar si el cabello está mojado, así que espera a peinarlo después de que haya perdido un poco la humedad (3).
- Secador: aunque las bajas temperaturas hagan que a veces sea imprescindible usarlo, usa un secador que incorpore funciones protectoras del cabello, como una función ionizadora (emite iones de carga negativa que liberan al pelo de la electricidad estática) o usando aire frío (indispensable para conseguir un acabado duradero y evitar el encrespamiento) (1).
- Cambio de color: al decolorar o aclarar cabello, los productos penetran las hebras del pelo y descomponen los ácidos grasos y las proteínas de la fibra capilar para eliminar el pigmento del cabello, haciendo que quede más poroso y seco. En invierno, cuando el cabello está más seco que en otros meses, puede tardar más en recuperarse de estos procesos(3).
- Corte de pelo: es recomendable cortarse el pelo cada seis semanas, lo que eliminará las puntas dañadas y promoverá un crecimiento saludable (3).
- Aceites capilares: úsalos al menos una vez a la semana, ya que devuelven el brillo perdido, reparan la cutícula, rehidratan la fibra capilar, bloquean el encrespamiento y mejoran al instante el estado del cabello (1).
- Electricidad estática: se produce cuando la humedad no puede penetrar en las fibras capilares. Se debe al aire seco como por ejemplo el de las calefacciones, así como a la acumulación de sustancias como la silicona y otros productos para el cuidado del cabello. Al quitarte un sombrero o gorro, si el aire está demasiado seco, la electricidad estática puede permanecer en los mechones de pelo haciendo que se repelan entre sí (3).
Y con el frío, ¿se cae más el cabello?
Es común que después del verano, el cabello se caiga más. Pero no se trata de una razón climática sino más bien del ciclo del cabello. Cuando comienza el otoño, el pelo se renueva y entra en la fase telógena, que dura unos 3 a 4 meses. La caída que se produce en esta época del año es llamada alopecia estacional, y el hecho de que se produzca en esta época del año tiene que ver directamente con el ciclo del nacimiento y crecimiento capilar (1,4) y no con cambio a temperaturas más frías.
Referencias
- Nieto, Carla. El cabello en invierno: cuidados específicos. Farmacia Profesional. 2014;28(5):23-28.
- Gavazzoni Dias M. Hair cosmetics: An overview. International Journal of Trichology. 2015;7(1):2-15.
- Your Best Strategies for Beautiful Hair in the Winter [Internet]. Cleveland Clinic. 2022 [Consulta febrero 2022]. Disponible en: https://health.clevelandclinic.org/your-best-strategies-for-beautiful-hair-in-the-winter/.
- Otoño: el cabello no se cae, se renueva [Internet]. Academia Española de Dermatología y Venereología. [Consulta febrero 2022]. Disponible en: https://aedv.es/comunicacion/notas-de-prensa/otono-el-cabello-no-se-cae-se-renueva/
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