La contaminación del aire es perjudicial tanto para el medio ambiente como para la salud. De hecho, la Organización Mundial de la Salud estima que mueren unos siete millones de personas al año en el mundo, y que 9 de cada 10, respiran aire que excede los límites pautados(1). Desde el esmog que hay en las grandes ciudades hasta el humo dentro de casa, todo contribuye al deterioro del clima y de la salud (2).
Obviamente, el cabello no es ajeno a esta amenaza. Cada vez que salimos de casa a trabajar, a pasear, a correr, el hollín y la suciedad del ambiente se asientan en el cabello y cuero cabelludo. Con el tiempo, los contaminantes se acumulan en el pelo, debilitándolo y causando su caída(3).
Las sustancias que mayor impacto generan en la salud son el material particulado, el ozono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre(2). Recientemente, un estudio confirmó que también perjudican al cabello y la piel (3). La presencia de material particulado y de diésel disminuyen los niveles de catenina beta, la proteína responsable del crecimiento del cabello y del desarrollo de su forma.
La contaminación del aire además, puede contribuir a la irritación del cuero cabelludo, enrojecimiento, picor, secreción excesiva de sebo, caspa, dolor en las raíces del cabello y pérdida de cabello. La combinación se define como síndrome del cuero cabelludo sensible (4).
¿Qué se puede hacer para evitar el daño en el cabello?
Para proteger al cabello del daño ambiental, podemos seguir una serie de recomendaciones (4).
- Uso de antioxidantes: el uso de vitaminas, minerales y antioxidantes orales proporcionan alivio y ayuda al crecimiento del cabello. El uso combinado de antioxidantes, vitaminas y minerales junto con el uso de minoxidil son efectivos para el tratamiento de la caída del cabello (5).
- Lavarse frecuentemente el cuero cabelludo con champús suaves: es falso el mito de que cuanto más se lava el pelo, más se ensucia. Con el lavado frecuente, se eliminan las sustancias contaminantes alojadas en el cuero cabelludo (6).
- Utilización del aceite de coco: el aceite de coco tiene alta afinidad por la queratina del cabello y puede ayudar a reparar la fibra capilar. Además, actúa como barrera mecánica sobre el cabello. El aceite de coco puede penetrar en el interior del cabello para ocupar sus espacios internos y evitar la entrada de polvo, suciedad, contaminantes y productos químicos, previniendo así el daño(7). Si no tienes aceite de coco, también ayuda el uso de un buen acondicionador.
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