A todos nos preocupa lo que se pueda decir de nosotros. ¿Qué opinan de mí? ¿Me harán comentarios? Esta situación, además, se acentúa cuando una persona está perdiendo el pelo y su confianza en sí mismo se tambalea. Pues bien, hoy te traemos unos consejos para abordar estos comentarios sin problema.
Los comentarios sobre la pérdida de pelo pueden llegar en dos tonos: en uno familiar, simpático y en otro mucho más descortés, rozando la burla o la sorna. Pues bien, vamos a plantearte algunas actitudes que, sin duda, te ayudarán a capear de una forma muy torera estos embistes.
Para empezar, debes empezar aceptándote a ti mismo. Cuanto antes asumas que se te está cayendo el pelo, mejor manejarás estos “darditos”. Si tú eres capaz de tener siempre claro que eres el mismo y te mantienes fuerte, serás capaz de tomarte con humor estos comentarios.
Eso sí, para que esto ocurra, tendrás que aprender a reírte de ti mismo. Si alguien se ríe de ti porque se te cae el pelo, ríete con él. Si su intención es molestarte y ve que no puede, desaparecerá su conducta. Es decir, si no encuentra lo que busca, antes o después desistirá en el intento.
Debes mandar un mensaje bien claro con tu actitud: tengo muy asumido que estoy perdiendo el pelo y no me importa, y tampoco me importa que me hagas comentarios sobre ello. Esta actitud neutralizará de un plumazo los comentarios con malas intenciones.
Por último, plantéate también que siempre es posible que haya personas a tu alrededor dispuestas a reírse de ti, o a meterse contigo por algo que interpreten como una debilidad.
En los vínculos sanos y adultos, las bromas forman parte de la convivencia. Ahora bien, lo son las bromas en las que todo el mundo se ríe: el que la hace y el que la recibe. Si ante una broma sólo se ríe el que la hace, y encima, el que la recibe se siente molesto, ya pasamos a otro terreno “no sano” en las relaciones tanto familiares como de amistad.
Hay varias motivaciones por las cuales una persona puede querer reírse de otra, puede ser por querer quedar por encima, por rivalidad o por envidia. Sea como sea, si estas conductas ocurren con mucha frecuencia te recomendamos que te expongas lo menos posible a estos vínculos y te rodees de personas que te aporten energía positiva y calor emocional, personas con las que poder ser uno mismo y sentirse querido y aceptado tal y como uno es.
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