Desde hace un tiempo, la tendencia de no lavarse el pelo con champú está ganando adeptos. Esta moda llamada no-poo (del inglés, “no champú”) defiende que lavarse el cabello frecuentemente con champú daña el cuero cabelludo y aboga por hacerlo solo con agua o, si el cabello es muy graso, con productos “naturales” con bicarbonato y vinagre. Quienes defienden el no-poo argumentan que, tras un tiempo siguiendo esa rutina, el pelo es capaz de autorregular la secreción de grasa de forma natural, por lo que se lucirá un cabello más limpio y sano.
¿Qué hay de cierto y qué peligros conlleva?
Por un lado, la cantidad de grasa que produce cada persona está determinada hormonalmente y no hay evidencias científicas de que se regule por sí sola. Esto quiere decir que no por lavar el pelo frecuentemente, el cuero cabelludo producirá más o menos grasa. Por tanto, si tenemos un cabello graso que se ensucia con facilidad, podemos lavarlo tan a menudo como consideremos oportuno.
Por otro, el bicarbonato tiene un pH más alcalino que el del cuero cabelludo, mientras que el vinagre contiene un pH inferior. La combinación de ambos puede producir dermatitis irritativa. Ante esta circunstancia, ¿qué sería lo más adecuado para la salud de nuestro cuero cabelludo a la hora de lavarlo? La recomendación general es utilizar productos de cosmética capilar con un pH similar al de un cuero cabelludo sano para no provocar irritaciones ni descamaciones.
Finalmente, si padeces algún tipo de problema en tu cuero cabelludo (dermatitis seborreica, dermatitis irritativa, etc.) o notas que tu pelo es demasiado graso o seco y quieres establecer una rutina de lavado, consulta con tu dermatólogo, él te dará las pautas adecuadas para una correcta higiene capilar.
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